Malabareando

Si me despertás a las siete de la mañana voy a estar tan al palo que me vas a tener que golpear contra la pared, dijiste. Eso dijiste y yo me reí y vos te sonrojaste. Es que ya me gustabas aunque todavía no sabía cómo y te tiré un inocente besito de buenas noches pero vos me besaste como para no olvidarte en un siglo y trajiste el desayuno a la cama. Dormir con vos fue lo más placentero que me pasó en años, ¿años? sí, años, pasa rápido el tiempo y no sé en qué momento cumpliste con todos mis ridículos requisitos y los superaste de una manera imposible.
Pero ya sabías que me iba que yo no estaba ahí para quedarme.

Hiciste pasteles un sábado a la tarde y endulzaste mi vida y ahora corro al teléfono como adolescente y hablo como alguna vez prometí que no volvería a hablar.
Es que sos vos, no puede ser otra cosa. O quizás sos vos conmigo, soy yo con vos, somos nosotros con este amor tan simple, tan a la distancia. Somos nosotros tan compatibles, tan amorosos, tan libres que nos sentimos con este amor.