lunes, 7 de diciembre de 2009
Rayos
Llamo. No. No lo hagas. Pero cómo que no. Y por qué sí. No para qué. No llames. Yo te digo que no. No tiene sentido. Muchas cosas no lo tienen. Esperá. Cuándo ahora. Esperá. No levantes el tubo. No. Sí. Dale cuándo. Pero no entiendo. Llamo. Ahora. Si no blanco negro. Algo. No lo hagas. Callate. Dejá el tubo. No quiero. Escuchá. Y vos. No te escucho. Nada. Yo te repito no llames. No. No. No. Pero pará. Hola? Vos estás ahí. No vos estás ahí? Estás ahí? Qué querés?
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Dios! Ay, hay que llamar. Si total. ¿Qué más da?
ResponderEliminarCuando se pregunta "que queres" tambien hay que estar preparado para escuchar: quiero todo.
ResponderEliminarCariños Kariñu
Ojo que también está el: no quiero nada! Pero sí, a tan pocos días de partir, qué más da, no?
ResponderEliminarY si no quiere nada... Se jode se jode se jode !!
ResponderEliminarRayos y centellas!!!
ResponderEliminarQue quiero?? una gota grande de tequila, sal y limón, para que te vayas ambientando con el viaje... y si después queres llamarlo, pues llamá, es mejor siempre echarle la culpa al estado de borrachera que al de la consciencia, jaja...
Llamalo todo lo que se te antoje.
ResponderEliminarNo hay peor gestión que la que no se hace.
Un abrazo estimada.
Querido Viento la posta posta (además del tequila, puro sin sal ni limón) es el mezcal y ahí sí, tomar hasta el gusano!
ResponderEliminarMolly estimada, gran frase para blog tan pequeño, pero muy muy acorde a la situación!
Saluditos!
muy bueno, tal cual
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