lunes, 6 de diciembre de 2010

Tuiter

De repente volvés a la misma, querés leer pero no porque leés cosas que no sabés si son para vos o para otra, querés soltar puteadas para gente que sabés que lee pero tampoco la querés bardear, pero igual da lo mismo, esto es todo lo mismo, da igual si escribo o no, si lo digo o si no, da igual hasta siquiera pensarlo o no. ¿O no? De repente tuiteás, decís, escribís, pensás, puteás, y total al día siguiente volvés a trabajar, volvés a tu casa, y volvés a dormirte con el porro en la mano. Siempre igual todo. ¿Hasta cuándo?

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