martes, 16 de febrero de 2010

Unión de Guadalupe, Huasteca Potosina, San Luís Potosí

Siguiendo nuestro recorrido por la Huasteca Potosina, llegamos al Sótano de las Golondrinas. Un barrio en lo alto de la montaña donde hay un hoyo natural de 60 metros de diámetro y 500 de profundidad y por allí todos los días desfilan cientos de miles de golondrinas y loros verdes. El show comienza al amanecer, alrededor de las 7 de la mañana porque las aves son un poco vagas y se organizan en un espiral impresionante para salir de la cueva. Y durante unas dos horas se ve este espectáculo de la naturaleza y uno queda como hipnotizado ante semejante despliegue. Una vez fuera, nadie sabe exactamente hacia dónde van, pero se dice que llegan hasta las costas de Veracuz a una velocidad de 160 kilómetros por hora. Alrededor de las 5 de la tarde, empiezan a regresar y lo hacen de una manera muy particular también: se juntan todas en el cielo, arriba de la cueva, hasta tapar todo el celeste formando una nube negra y descienden tan rápido que es casi imposible capturarlas en una foto o un video. Honestamente, algo que nunca en mi vida imaginé que podía suceder y mucho menos, presenciar.

martes, 9 de febrero de 2010

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Lo más asombroso: la libertad. Lo más hermoso: el amor. Creo que estoy en condiciones de decir que me enamoré de un mexicano. Amor a primera vista. Que no esperaba. Que no imaginaba. Él es la persona más humilde y generosa que conozco. Es atento, relajado y muy gracioso. Cocina demasiado rico, picante y original. Lo veo surfear y me encanta. Lo escucho hablar y me pierdo. Es ingeniero ambiental, anda en bici y separa los residuos en orgánicos e inorgánicos y fabrica paneles solares. A la semana que nos conocimos me dijo que me quería y yo me vi a mí misma viviendo en Guadalajara o en La Ticla. O en Veracruz. Me dice que soy guapa y lo más especial que le pasó. Y es extraño el hecho de que dos desconocidos en un día lograron unirse más que con muchas personas con las que nos relacionamos durante años. Ayer hablé con él. Que a ver cuándo nos vemos. Que si viene para Morelia o el DF. O voy yo. Adónde sea que él esté. Vamos a darle tiempo. A no apresurar las cosas, porque esta historia definitivamente continuará.